Gastas
energía, por tanto tienes que reponerla por medio de la alimentación para
llegar a un balance correcto. La ecuación es sencilla: si gastas más de lo que
ingieres, pierdes peso; si el gasto y la ingesta están equilibrados te
mantienes y si el gasto es menor que el aporte ganas peso. ¿Y qué pasa con esas
personas corpulentas que incluso comiendo poco van engordando? ¿Por qué una
persona de su mismo peso que haga algo de deporte puede comer mucho más sin que
esa comida extra se transforme en kilos bajo el cinturón?, por el metabolismo,
al que a menudo injustamente se le acusa de tantas alteraciones en la línea. El
metabolismo, o mejor nos referimos al gasto metabólico, depende en gran medida
de la composición corporal de la persona y de su grado de actividad. Al hacer
deporte aumenta el gasto energético, eso está claro, pero además del gasto
durante la actividad hay un efecto metabólico a tener muy en cuenta, que es la
activación posterior, durante varias horas. El cuerpo tienen un consumo mayor
de lo normal incluso después de acabada la actividad física. Depende del tipo
de actividad, duración, intensidad... Además, el ejercicio va cambiando la
composición corporal, de forma que se gana músculo y se pierde grasa de
reserva. Este cambio, aparte de resultar en un mayor tono y una ganancia de
fuerza, hace que el gasto se vea aumentado durante todo el día.Pongamos el
ejemplo de dos hombres de 80 kg. Los dos pesan lo mismo pero uno hace ejercicio
con regularidad y el otro lleva una vida sedentaria.
•El
deportista tiene 29 kg de músculo frente a los 22 del sedentario
•En
proporción viene a ser aproximadamente un 38% del peso corporal total en el
caso de los deportistas, y un 30% en el caso de las personas que no hacen
ejercicio.
•Por
esa razón y aún teniendo el mismo peso, el deportista gasta 2.100 kcal por día
mientras que el sedentario consume sólo 1.600.
Por
eso hay personas, casi siempre poco activas, propicias a ganar peso aunque
tomen poca comida, ya que en seguida sobrepasan la cantidad diaria de calorías que
su cuerpo necesita para vivir. Basta con hacer deporte diariamente para
revertir esos porcentajes y aumentar la cantidad de músculo, lo que a la larga
nos hará mantenernos jóvenes por mucho más tiempo.
FUENTE SPORTLIFE:
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